Memoria y esperanza. Alcem la Veu - Menorca

Noticias de la revuelta

El   domingo 10 de Marzo, nos concentramos en la plaza de la Catedral de Menorca, con un saludo a los presentes y que nos iban a acompañar. Después de Varias canciones, emprendimos una marcha festiva, hacia el patio del convento de Sta. Clara, donde siempre nos acogen y comparten estas inquietudes de una iglesia mejor, más abierta e inclusiva.

Tras dar la bienvenida a los presentes, mencionamos las 25 ciudades de toda España, que también han celebrado dicho acto. Dedicamos nuestra plegaria con un minuto de silencio para tener presente a todos los países en guerra, víctimas de abusos sexuales o de poder, manifestaciones de violencia y discriminaciones....

Se leyó el manifiesto común de la Revuelta - Alcem la Veu. Para continuar con la plegaria que versó sobre el pan. Recordamos las palabras de Jesús: Este pan, partido, repartido y compartido. Símbolo de entrega y donación.

Con un trozo de pan en nuestras manos, dejamos que éste nos contara su historia, hasta llegar a nosotras. Somos pan y queremos vivir partiendo y repartiendo como hizo Jesús.

Seguidamente bailamos con la danza contemplativa de la Fraternidad, para agradecer el don de la sororidad y sentirnos queridas por Dios y acompañadas por la comunidad 

El acto concluyó con la canción: “8 de Març” cuya letra está inspirada en el poema (8 de Marzo) de Gioconda Bell, con  una música popular de las Islas Baleares.

Además, el viernes 8 de Marzo, inauguramos en Ciutadella de Menorca, una exposición fotográfica titulada “La fe rere els murs” de la fotoperiodista mallorquina, María Oliver.

Esta joven, realizó un postgrado de fotoperiodismo, decidiendo terminar su curso con el proyecto sobre feminismo, religión i espiritualidad.

Conectó con Alcem la Veu Catalunya donde la invitaron a reunirse con ellas y participar en uno de sus encuentros. Fue allí donde la animaron para acompañar a las dos representantes de España al Sínodo de Mujeres, en Roma, organizado por Catholic Women’s Council (CWC), y así llevar a cabo su proyecto.

La experiencia en Roma fue realmente sorprendente e inesperada, donde descubrió un mundo totalmente desconocido para ella: ver, oír, a todas aquellas mujeres, sabias, teólogas, sacerdotisas, venidas de cada continente, para constatar el papel de la mujer en la iglesia donde se ha sufrido por los abusos sexuales, de poder, maltrato psicológico… vulnerando los derechos humanos. 

Y reflexionar, discernir y organizar acciones concretas para recuperar que la DIGNIDAD E IGUALDAD DE LAS MUJERES, SEA COSTUMBRE en la iglesia. 

Sus fotografías nos revelan toda esa inquietud y lo que más la impactó de aquellos días intensos e históricos.